Ir al contenido principal

Entradas

 Había una vez un árbol que crecía en un bosque lleno de ruido y distracciones. A pesar de esto, el árbol siguió creciendo y floreciendo porque aprendió a enfocarse en sus propias raíces y a ignorar el ruido exterior.

La mejor partida

El maestro de ajedrez se dirigió por última vez a su alumno, al que había enseñado todo lo que podía, le dijo «recuerda que jugarás muchas partidas en muchos tableros, ganarás algunas perderás otras sin embargo, solo una es la auténtica partida.» «Esa es la que debo ganar» preguntó el alumno. El maestro meditó un momento y dijo: «Sobre todo procura que sea la más hermosa»