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Mostrando las entradas etiquetadas como soneto

Abandono

Si mi corazón ya lo has quebrado y mi mente enturbiada ya delira ¿Por qué aquí abandonada me has dejado? En manos del que sueña y del que mira ¿Por qué mi alma ganada no has tomado? Acaso confundí el amor con ira, acaso el corazón me ha traicionado ¿Qué quedará de mí sin tu mentira? Volveré a mi casa y a mi blanco pozo y llegaré de nuevo arrepentida, por entregar las riendas de mi sueño. Quedará todo atrás tras un sollozo. Mi casa me dará la bienvenida. Y jamás entrará en ella otro dueño.

Realidad

En tanto que siento la emoción pura no puedo desatar otras pasiones, ¿pues no eres tú aquel que me asegura? Compañero que existes sin razones. A menudo apareces en mi mente como oportuno vaso de agua fría. Ojos que siempre miran hacia oriente esperanza que nace como el día. Si tuviera un deseo para darte me lo devolverías, mago errante convertido por tu esfuerzo y por tu arte en un poema y un sueño de elefante. Y cuando el mundo nos dice:«no existo» Tú siempre me susurras :«Nos ha visto»

La maquineta

La maquineta És un estri que un xic hem oblidat, no pas a l’escola, eina dels infants, tothom se’n recorda un moment donat, ni crec pas que falti entre els dibuixants. Sobta quan la veus en mans dels marrecs, on es llueix efectiva i filosa amb so d’infantesa, mormol de precs, esmola i esmola tota rigorosa. Al nostre temps on ja res no es repara, esclaus d’incomprensible tecnologia la maquineta s’entesta i no para. ¡Ja era digital quan ningú no en savia! Petits vells estris tant infravalorats no puc oblidar-vos, sou amics estimats.

Frontera

He dado por perdida nuestra guerra y te me has vuelto raro y extranjero No será nunca más mi triste tierra aquella donde dejes tu sombrero. Quedaos apasionados corazones atrapados en sólidas vasijas, dejad untado olvido en los mojones, señales para las hijas de mis hijas La frontera se mueve si te mueves, agria sombra de tantas decepciones, prisionero de tus faltas y tus debes, lo bueno, las escasas excepciones. Volveré a mirar atrás un día, no estarás pero sí mi melodía.

Claus

Claus La de l'armari  i sempre la de casa, les del cotxe i la porta del carrer, la de la bústia, del calaix, del joier, la de la mare i la que amb res no casa. La més grossa, la petita, la rasa, las de a diari, que dormen al clauer, la que s'amaga, tímida, al recer, la que no gira i et deixa com un ase, la clau que guarda l'íntima infantesa, la clau, que entre les claus, obre el gran viatge, la clau que es torna, en clau d'invalidesa, la clau custòdia, aixopluc de l'oratge, la clau que conserva l'ànima presa. No les deixis, distret, en un prestatge.

La vana presencia de la de nada.

La cita que imagino se me niega, pues nunca suma dos nuestro uno y uno. Tú y yo con boca muda y vista ciega, seremos siempre el otro más ninguno. Nunca  el calor sonoro en tus abrazos, nunca el sabor secreto de tus besos, solamente un archivo de pedazos, palabras que aprisionan a dos presos. Quedarán los recuerdos, lo soñado, la noche, el alba y la palabra amada; y quedará también lo imaginado, la vana presencia de la de nada. En el cálido estío el agua helada, en el invierno frío, la templada.

Solitario soneto

Que solitario que quedó el soneto ausente de lector y de poeta, que solitario que quedó el poeta ausente de lector y de soneto. Si no importa la forma yo te reto a cambiar la agonía del planeta tan solo con un grito aunque el de Greta. Si no importa la forma, me someto al poder de la voz de los idiotas y al viaje interminable de la noria. Envíame por whatsapp esas notas que un día hubieron de cambiar la historia, las que alimentan tus promesas rotas en la maraña gris de tu memoria.

Vida robada

La vida robada De las vidas posibles siempre hay una, la que el azar nos muestra y luego roba, que resurge siniestra, inoportuna, inundando de insomnio nuestra alcoba. Se la llevó un error, un mal momento, y regresa con forma fantasmal, convierte nuestro ahora en un lamento, en un juego irrelevante y virtual. La que se queda atrapada en esa vida, deseando siempre lo que no ha tenido, camina en una senda enrarecida de emoción irreal y triste olvido. Empeñada en vivir un espejismo, su mirada se hunde en el abismo.
La grapadora Mireu-li el front i mireu-li el perfil, cap estri trobeu com la grapadora, ningú lliga com aquesta senyora, ningú es tan fiable ni té tant d’estil. Es forta i temible i alhora subtil, forada i endinsa la grapa captora, però, discreta, la deixa a la vora, poderosa sí, però sempre humil. Si buida la trobes, ràpid l'emplenes, si et manquen les forces, ella et donarà. Sovint la trobes en taules alienes, que la grapadora aviat volarà si en un racó sola, agafada a penes, la deixes de banda... i no tornarà. .

Endins

Endins del laberint Malgrat tant de rancor he perdonat i inesperada ha nascut una altra veu el temps pesant i llarg sembla ara breu i aquell vell mort batega revifat. Endins del laberint m’han estimat i tendre aquell amor va covar el meu i per aquell amor s’ha fos la neu i per aquell amor he retornat. No s’obre la porta sense amor, sense perdó la vida no reneix i quan aquell passat perd la grisor i a l’erm de la memòria tot floreix encara cal sortir del vell enyor i saber que ets un altre i el mateix

La llama

¿Qué fue de aquellas viejas alegrías? ¿De las complicidades y lamentos? ¿Murieron por olvido aquellos días de eternos y solemnes juramentos? Las gotas de tu sangre son hoy frías y negros, negros son, tus pensamientos. Me mentiste al decir que me querías, fingiste compartir mis sufrimientos. No puedo mantener más encendida la llama que por mí ya sólo arde. La causa, si la hubo, está perdida y cualquier solución llegará tarde. Con pesar te expulso de mi vida  sin odio, sin rencor y sin alarde.
    Pereza Mantengo reposada la cabeza, minuto tras minuto descansando y así, hora tras hora, disfrutando de saber no hacer nada con destreza. Tributo yo le rindo a la pereza, el de los indolentes es mi bando, los activos me acaban abrumando, me aterra su febril naturaleza. Habrá quien vea en mí el aburrimiento, para nada me encuentro yo aburrido gozando de mí mismo me contento, pues a mis dimensiones reducido, no encuentro yo lugar para el lamento y me hallo en la holganza bendecido

Receta

Vaya… Una receta para Manuel, en mi vida me he visto en tanto aprieto, (escribir de cocina en un papel) mejor sabría yo hacer un soneto. A mí, lo que me gusta es un buen zumo, pues soy en prepararlos todo un hacha, naranja y zanahoria y luego sumo: apio, jengibre, uva, y remolacha. Comprimir todo en una licuadora. Llenar vasos, retirar los deshechos. Enfriarlo poco más de media hora, y limpiar con cuidado los pertrechos. Parece que logré una doble meta pues he escrito el soneto y la receta.
Ocaso Cuando el rojo impetuoso se detiene a escuchar la canción por su dulzura o a admirar la ya célebre pintura o a pensar en lo que fue y en lo que viene. Cuando el rojo impetuoso se contiene, no sigue la pulsión de la aventura, no escucha su pasión y se procura pasatiempo feliz que le entretiene. Cuando el rojo no es rojo y tiende a rosa y el azul sigue azul y el negro negro, cuando la vida es triste y perezosa, cuando en cada "¿por qué?" me desintegro, cuando mido el valor de cada cosa, cuando temo el final: fundido en negro.
Conta'm el conte  d'un món sense tu conta'm amb el riure trencat la meva mort diguem en quin moment tot va esdevenir tort no va ser així, però hauria... sense tu Canta'm la cançó amarga que et deixa sense veu triga en no dir-me que tot és no res deixa que es torni tot borni i espès prega que déu no sigui a tot arreu Baixa al fresc i humit celler agafa l'ampolla més vella de vi beu encara que sols sigui un bocí torna desprès amb el teu carceller besa'm amb boca de maduixa i de vi menteix-me dient-ne que sols era verí.
Leyendo el anciano, está sentado, a su lado, terrible, está la fiera Está el hombre calmado, equilibrado, me impresiona esa talla de madera. Viejo sabio, tranquilo en su retiro, controla sin pesar ya sus pasiones, es su fuerza segura lo que admiro, ha sabido encontrar las soluciones. La bestia, el deseo que me habita, para él es animal de compañía, nunca la provoca y no la evita, su voluntad le impone cada día. Hombre sabio que nunca se marchita Lee un libro con la mirada fr ía
Lo supe sin saberlo y fue de pronto, saberlo el alma me atraviesa y una voz, riéndose traviesa, me grita: eres el tonto, el tonto. Y yo pregunto ¿por qué tan tan tonto? Y la sangre entonces se me espesa, es a ti y no a mí a quien le interesa, y yo por seguirte he sido el tonto. Me habré de conquistar hasta perderte y convertirme en aquel que habría sido. Y el día en que por fin despierte será un día de dicha y alarido, pues será la libertad. Mala suerte, el tonto, el tonto, se habrá ido.
Cuando el rojo impetuoso se detiene a escuchar la canción por su dulzura o a admirar la ya célebre pintura o a pensar en lo que fue y en lo que viene. Cuando el rojo impetuoso se contiene, no sigue la pulsión de la aventura, no escucha su pasión y se procura pasatiempo feliz que le entretiene. Cuando el rojo no es rojo y tiende a rosa y el azul sigue azul y el negro negro, cuando la vida es triste y perezosa, cuando en cada "por qué" me desintegro, cuando mido el valor de cada cosa, cuando temo el final: fundido en negro.
La cita que imagino se me niega, pues nunca suma dos nuestro uno y uno. Tú y yo con boca muda y vista ciega, seremos siempre el otro más ninguno. No se unirán las manos, ni el suspiro sonará a la vez, ni junto al río soñaremos despiertos el retiro, letras cálidas somos, en el frío. Quedarán los recuerdos, lo soñado, la noche, el alba y la palabra amada; y quedará también lo imaginado y una vana presencia hecha de nada. En el cálido estío el agua helada, en el invierno frío, la templada.

Peregrino

Mil veces dependió de un hilo fino, mil veces le sopló el viento de cara, pero a un empeño tal nada le para y prosigue tozudo su camino. No es un lugar sagrado su destino pues sigue la huella que otro dejara en el libro del mundo, cosa rara: peregrino buscando a peregrino. Dicen que lo encontró siendo ya viejo, en la lóbrega cueva, en la montaña, cuando al fondo de aquélla halló un espejo. Lo que al peregrinaje volvió hazaña fue que reconoció al ver su reflejo que era el otro y era el mundo en su maraña.